En primer lugar debes tener claros cuales son tus clientes, edades, gustos, ubicación… una vez lo tengas claro, empezamos.

1. Debes tener claros tus objetivos, qué quieres conseguir con tu presencia en redes sociales tanto a corto como a largo plazo: ganar visibilidad, promocionar tus productos o servicios…Para fijarlos debes seguir la técnica SMART (específicos, medibles, alcanzables, orientado a resultados y basado en el tiempo).
2. Seleccionar los canales más adecuados en base a dónde se encuentran tus clientes potenciales. Para ello te recomendamos que analices antes los informes que se publican regularmente sobre el uso de redes sociales.
3. Una vez hayas elegido tus canales, debes crearte un perfil en los mismos acorde a tu marca y la imagen que  pretendes transmitir.
4. Crea contenido de valor en base a las necesidades e intereses de tus futuros seguidores y clientes. Las posibilidades que nos dan las redes sociales son muy amplias, fotografías, videos, artículos… y debemos pensar qué tipo de contenido le gusta más a nuestro target.
5. Mide los resultados ¡SIEMPRE!. De nada sirve estar creando contenido y publicándolo constantemente si no hacemos una medición de los resultados ya que de no dar los resultados esperados tan sólo estaremos perdiendo el tiempo. El análisis es clave para que puedas modificar tu estrategia en el caso de que esta no esté dando los frutos esperados.